CONTACTO DESCONOCIDO
El miedo me invadió cuando abrí la notificación de WhatsApp y miré la fotografía que alguien acababa de enviarme.
Era una foto mía, durmiendo en mi habitación. Una foto que yo no había tomado.
“¿Quién eres?”
Las manos me temblaban al escribir en mi teléfono. El contacto era un completo desconocido, su imagen de perfil estaba en negro.
Las fotos continuaban llegando. Me vi a mí misma saliendo de la universidad, en el supermercado, al interior de mi casa. Comiendo, leyendo en el jardín, viendo la televisión, bañándome…
—Dios mío…
Asustada, marqué el número telefónico y espere. Una voz mecánica me contestó.
—Lo sentimos. El número que marcó no existe.