HABITANTE

—Disculpa, tenía que contestar el teléfono. —Mi amiga sonríe al verme entrar en la habitación—. Que bueno que te animaras a venir a casa.

—No te preocupes. Estuve hablando con tu hermano mientras estabas ocupada.

—¿Hermano?

—Es muy amable. Y guapo. ¿No estará soltero de casualidad?

Está hablando en serio, no puede ser.

—Yo no tengo ningún hermano. 

—Bromeas.

—No. Vivo sola.

Ella frunce el ceño, algo en su mirada cambia al percatarse de que no estoy tomándole el pelo. Sus ojos se abren con temor y sorpresa, y se quedan clavados en un punto a mis espaldas.

La puerta acaba de abrirse detrás de mí…