COLLAR
—Tu madre apreciaba mucho este collar, fue el último regalo que pude darle antes de que nos dejara. Ya es hora de que lo tengas.
—Es precioso, papá.
El hombre colocó amorosamente la joya alrededor del cuello de la muchacha. Era una pieza exquisita, hecha de brillantes y con un enorme rubí en el centro.
Ella se miró en el espejo, fascinada.
Acarició el rubí con las yemas de los dedos; de pronto había dejado de ser ella misma. Ahora era su madre quien sonreía ante su reflejo.
Su joven y hermoso rostro se deformó en una mueca de terror al percatarse de la presencia a sus espaldas. Dos manos robustas se cerraron alrededor de su cuello, implacables. Ella trató de gritar, en vano…
—¡Hija! ¡Reacciona, por favor! ¿Estás bien?
La joven miró con horror a su padre y arrojó el collar al suelo.