PARANOIA

—Cuéntame, ¿qué pasa exactamente?

La mujer se encogió ante la pregunta del psicoanalista.

—Es tan difícil de explicar… no puedo estar sola. Ya no me siento tranquila porqué ellos siempre están ahí.

—¿Quiénes?

—Ellos. Los seres que me siguen. No puedo verlos, pero han estado observándome. ¡Estoy segura!

De pronto, la joven abrió los ojos con terror.

—¿Qué fue eso?

—El que.

—Pasos. Alguien viene hacia acá.

—Cálmate, querida. No hay nadie.

—No, son ellos, los escucho, están aquí. ¡Están aquí! ¡Vienen a llevarme!

Alguien aporreó la puerta. El psicoanalista se volvió, sobresaltado.