ARCHIVO

¿Está seguro de que desea eliminar este archivo de forma permanente?

El joven parpadeó un par de veces, antes de releer la ventana que había aparecido sobre la pantalla del ordenador. Junto a ella se encontraba un extraño elemento, el cual no recordaba haber visto antes. 

Irene S.

Ese era el nombre de aquella carpeta intrusa.

No conocía a ninguna mujer que se llamara así. Dubitativo, colocó el cursor sobre la ventana e hizo clic sobre el botón “Eliminar”.

La carpeta desapareció en menos de un minuto. Satisfecho, apagó el ordenador, tomó sus cosas y salió de la oficina. 

Nunca nadie pudo explicarse el inesperado fallecimiento de la señorita Irene Salgado.