BUCLE SINIESTRO

La casa sombría se alzaba en medio del parque, al final de un largo puente escalonado de madera. Cuando tenía seis años, mis hermanos me desafiaron a entrar.
El cuerpo inerte de un hombre, tendido en medio de un charco de sangre, me recibió al entrar. Sus sesos salpicaban la pared.
Grité y escapé de ahí. Es lo único que recuerdo.
Desde entonces, la misma escena se repite una y otra vez en mis pesadillas. Es solo una entre varias desgracias de infancia y juventud. Nada me ha ido bien en la vida.
Desempleado, sin hijos, sin casa y sin amor. Estoy cansado de todo.
Esta tarde volví a la espeluznante casa del parque, atravesando el olvidado puente de madera. Entré, apoyé el revólver contra mi cabeza y disparé…
La puerta se abrió, dejando ver a un niño. Sus ojos se posaron en el cadáver, impávidos. Entonces, gritó.