DULCE O TRUCO

—¡Dulce o truco!

Abro la puerta con el tazón de golosinas en la mano y me quedo congelado en el umbral. Hay un niño de ojos negros delante de mí, viste un disfraz de superhéroe.

Por un instante pienso que mi hermano ha vuelto a la vida, pero es imposible.

Él murió en aquel accidente y de eso hace ya demasiado tiempo. Tenía tan solo siete años.

Justo la edad que debe tener este pequeño.

—¿Tiene dulces, señor?

—Sí…

Esto tiene que ser una macabra coincidencia. Es idéntico a él, y cuanto más lo miro más me convenzo de ello. Toma una barra de chocolate, la preferida de mi hermanito.

Un nudo se me hace en la garganta.