EL CULTO

—Esa es la capilla.
Asentí, dirigiéndome con David hacia el abandonado lugar que nos esperaba al final de la carretera.
—John Miller se suicidó aquí con el resto de su congregación. Dicen que el reverendo era en realidad adorador de un culto pagano y engatusó a sus feligreses. Los encontraron a todos inmóviles, en sus asientos. Sonreían.
—Bromeas, ¿no? —El sonido escalofriante me cortó en seco. Alguien nos observaba.
Alzamos la cabeza justo para ver como una sombra se deslizaba en el piso superior, emitiendo una risa sibilante. Lentamente comenzó a descender hacia donde nos encontrábamos…
Corrimos de vuelta al auto, sin mirar atrás. Nunca sabremos lo que habita en ese lugar maldito. Y probablemente sea lo mejor.