FLASHBACK
—Me alegra que vinieras. Deberías salir de casa más a menudo, papá.
—Sabes que odio este tipo de reuniones al aire libre.
—Para los niños significa mucho que estés aquí.
—Esto no me gusta, hay demasiado ruido, demasiado…
El estallido inoportuno sobre la música y las voces de los invitados me paralizó.
—¿Papá?
El sonido de los fuegos artificiales me envió en espiral de regreso al campo de batalla, reviviendo el horror de la guerra, mientras la gente gritaba a mi alrededor. Mujeres, niños y ancianos tratando de resistir el avance del regimiento.
Miré a mi hijo y no fue su rostro lo que vi, sino el de alguien a quien creía haber olvidado, abrasado por el calor del enfrentamiento.
—No puedes escapar del campo de batalla, soldado.