LLUVIA DE ESTRELLAS

—¡Date prisa! ¡Está a punto de comenzar!

—Pero tranquila, mujer, si aún no pasa nada. 

—No quiero perderme un solo segundo, una lluvia de estrellas como la de esta noche es algo para recordar toda la vida.

La chica colocó su manta sobre el césped y se sentó junto a su novio. Él la rodeó con el brazo y juntos miraron al cielo, expectantes.

El reflejo de una estrella fugaz cruzó el cielo, seguido por un largo grito de agonía.

—¿Qué fue eso? —Los muchachos se miraron entre sí, confusos y asustados.

Las estrellas se desprendieron de la bóveda celestial, precipitándose a la tierra por millones. El cielo se inundó con su llanto. Lo que debía ser un fenómeno maravilloso, pronto se transformó en un espectáculo de horror.

Y mientras ellas caían, un manto de oscuridad se cernía sobre el mundo.