PASOS
—Que extraño, el televisor sigue sin funcionar bien.
—Ha estado actuando muy raro desde que llegamos. Mejor apágalo, amor.
Un ruido en el piso superior sobresaltó a la pareja.
—¿Qué fue eso? —La joven miró a su novio, extrañada.
—No lo sé.
—¿Estás seguro de que estamos solos en casa?
—Por supuesto, ni mis padres ni mi hermana están. ¿Por qué…?
Otro ruido lo interrumpió. Eran pasos. Alguien caminaba en la planta alta.
—Cariño, mira. —La muchacha señaló el televisor, donde un rostro espectral comenzaba a tomar forma. Ellos lo contemplaron con estupor.
Los pasos aumentaron en cantidad. Era como si una docena de personas caminaran arriba y ahora estaban descendiendo a toda velocidad por la escalera…
Ambos huyeron despavoridos de la casa, antes de descubrir lo que estaba bajando.