PHOTOSHOOT
—¿Sabes? Eres mucho mejor que las otras, esa luz realmente te favorece.
El sonido del obturador rebotó contra las paredes de la habitación. No había nada además de ambos y la cámara.
—Casi hemos terminado. Solo un par de tomas más.
Volvió a disparar.
—¡Preciosa! Me encanta este trabajo. Bueno, es hora de mi parte favorita.
El hombre dejó a un lado la cámara y tomó el cuchillo, antes de dirigirse hacia su aterrada cautiva.
—No sabes como voy a disfrutar esto.
Apreció el miedo en sus ojos, el rubor violento de sus mejillas. El llanto había empañado sus ojos, desvaneciendo su oscuro maquillaje en un torrente de lágrimas espesas. Aún así seguía estando increíblemente guapa.
Sin duda ella era la mejor hasta el momento.