PUERTA AL PASADO

En esta vieja cabaña, mamá conoció a mi padre. Durante el verano de 1999, ella cruzó el lago en su bote por última vez, sin saber que esa misma noche quedaría embarazada. Nunca volvió a verlo.

Siempre le recriminé su abandono. Hasta que supe la verdad.

—Ahora la cabaña te pertenece —me dijo mi madre, poco antes de morir—. Cuando entres, lo entenderás.

El estado de este sitio es lamentable. Atravieso el umbral y me quedo muda. El interior es cálido y acogedor. Desde una radio antigua, la voz de un desconocido anuncia los inicios del verano de 1954, antes de poner una canción de Sinatra.

Un hombre está sentado frente al fuego de la chimenea. Me mira y sonríe.

—Bienvenida a casa.