SONRISA

Algo increíble sucedió cuando la chica se decidió a probar el misterioso artefacto, ese que prometía otorgarle una hermosa sonrisa, arreglando en cuestión de minutos las imperfecciones de su dentadura.
Cuando lo colocó en su rostro, su mandíbula se desquició.
Sus labios comenzaron a abrirse, revelando fila tras fila de dientes afilados, hambrientos de su propia humanidad. Ella observó con desesperación como se estiraban cada vez más, hasta dividirse en una sonrisa inhumana,
—¡¿Qué está pasando?!
Desde el interior de su garganta, una voz ajena respondió:
—Anhelamos el sabor de tu alma.
La sonrisa continuó estirándose hasta matarla. Para entonces, su boca envolvía por completo su cabeza, convirtiéndose en un monstruoso agujero que la devoraba desde el exterior.