TAROT

—Algo malo está pasando contigo.

—¿Disculpe?

Me volví hacia mi vecina, confusa. Es una gitana algo mayor, vive frente a mi casa. Casi nunca cruzamos palabra pero esta mañana, parece que ha decidido cruzar la calle solo para asustarme.

—Niña, algo malo está ocurriendo en tu vida o está por ocurrir, pero no creo que te hayas dado cuenta. ¿Por qué no vienes un momento a que te lea las cartas?

—No, gracias, señora. La verdad no creo en esas cosas.

—Insisto, es muy importante…

—Lo siento señora, de verdad llevo mucha prisa.

No pensé en el incidente durante el resto del día. Pero esta tarde al volver a mi hogar, encontré una carta bajo la puerta. La tomé y sentí un escalofrío.

Era la carta del diablo.